Incidencia

¿Qué es la incidencia?

La incidencia es una medida epidemiológica que se utiliza para cuantificar la aparición de casos nuevos de una enfermedad en una población específica durante un período de tiempo determinado.

Existen dos formas principales de medir la incidencia:

  1. Tasa de incidencia (TI): es la frecuencia con la que aparecen casos nuevos de una enfermedad en una población en riesgo, teniendo en cuenta el tiempo de exposición de cada individuo. Se calcula dividiendo el número de casos nuevos entre el tiempo que ha sido observado cada individuo.

Ejemplo

Durante el período 2010-2018, se realizó un seguimiento a 8 mujeres de entre 35 y 50 años que habían superado una infección urinaria, con el objetivo de medir la recurrencia de la enfermedad. Tres de las participantes fueron observadas durante 5 años, otras tres durante 4 años y las dos restantes durante 3 años. Al final del seguimiento, 3 de las 8 mujeres presentaron una reaparición de la infección.

La tasa de incidencia (TI) se calcularía dividiendo el número de casos nuevos entre el total de persona-años de seguimiento:

TI = 3 / (5 + 5 + 5 + 4 + 4 + 4 + 3 + 3)

TI = 3 / 33

TI = 0.0909 casos por persona-año

Esto indica que hubo aproximadamente 9 casos por cada 100 persona-años de seguimiento.

  1. Incidencia acumulada (IA) o riesgo absoluto: es la proporción de personas que desarrollan la enfermedad en una población y un intervalo de tiempo específicos. Se calcula dividiendo el número de casos nuevos entre el número total de personas en riesgo al inicio del periodo. Esta medida supone que todos los individuos son seguidos durante todo el periodo, por eso se usa mucho en estudios de cohortes.

Ejemplo

En un estudio realizado a lo largo de un año, se observó a un grupo de 1.050 personas, de las cuales 50 tenían gripe. Durante ese año, otras 20 también la contrajeron.

La incidencia acumulada (IA) se calcularía dividiendo el número de casos nuevos de la enfermedad durante ese año entre el número de individuos susceptibles al inicio de dicho período. Solo se consideran los nuevos casos entre personas que estaban sanas (es decir, susceptibles) al comienzo del período.

IA = 20 / (1.050-50)

IA = 0.02

La incidencia acumulada sería del 2%.

¿Por qué nos interesa calcularla?

Conocer la incidencia de una enfermedad es fundamental en epidemiología y salud pública, ya que permite evaluar el riesgo de que una persona en una población específica desarrolle la enfermedad durante un período determinado. Este indicador es esencial para detectar tempranamente brotes y epidemias, lo que facilita la implementación de medidas de control y prevención oportunas. Además, proporciona información valiosa para monitorear tendencias, evaluar el impacto de programas de prevención y tratamiento, y asignar recursos de manera eficiente. También es útil para identificar grupos de riesgo y establecer estrategias dirigidas a reducir la transmisión.

No se debe confundir la incidencia con la prevalencia. Mientras que la incidencia se refiere a la cantidad de nuevos casos que ocurren en un período determinado, la prevalencia mide todos los casos existentes de una enfermedad en un momento dado.

Una enfermedad de rápida transmisión pero de duración corta, puede tener una baja prevalencia y una alta incidencia. De esta manera, la incidencia es útil cuando nos interesa evaluar parámetros como la velocidad de propagación o la efectividad de medidas preventivas, por ejemplo con la pandemia de COVID-19.

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FECHA DE ACTUALIZACIÓN: 24.11.2025

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